Lo que parecía ser, ahora es otra cosa.
El gozo, parece ser angustia.
La seguridad, ahora es inquietud.
La decisión correcta está delante mío, pero parece imposible el extenderme y alcanzarla. Es un abismo que se forma, un gran peso que no deja dar el impulso.
Las voces a lo lejos se cruzan en mis oídos, mientras miles de alarmas sonando en medio de una ciudad congelada por el silencio. Los perros siempre ladran a lo lejos. De pronto pienso que todo no es como lo pensaba hace un momento. "no, ese no soy yo"
Mi confianza está en quien creó los Cielos y la Tierra. Él es quien nos guiará a un lugar seguro y de paz perpetua.
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